El cortometraje argentino Un movimiento extraño, bajo la dirección de Francisco Lezama, ha ganafo el Oso de Oro la categoría Berlinale Shorts de la 74ª edición del Festival Internacional de Cine de Berlín (Berlinale).

Este es el único film en formato corto de Argentina que participó en la competencia oficial de este encuentro cinematográficode gran prestigio, destacando su temática centrada en la obsesión por el dólar y la especulación con la moneda extranjera en el contexto de la economía argentina.

Francisco Lezama, reconocido por su labor como investigador y profesor de Historia del Cine en la Universidad del Cine (FUC), actualmente está desarrollando su primer largometraje, anticipando que continuará explorando elementos significativos de la cultura y sociedad argentina. En Un movimiento extraño, Lezama presenta una crítica llena de humor hacia la realidad económica del país, poniendo énfasis en la figura del “arbolito”, término coloquial usado para referirse a las personas que realizan cambio de divisas de manera informal, y en la especulación financiera.

El director Francisco Lezama recibiendo el Oso de Oro al Mejor Cortometraje por "Un movimiento extraño" durante la ceremonia de entrega de premios del 74 Festival Internacional de Cine de Berlín (REUTERS/Fabrizio Bensch)

La propuesta de Lezama no solo aborda una temática relevante para la sociedad argentina, sino que además, a través de su inclusión en un festival de cine de renombre internacional como la Berlinale, posiciona al cine argentino en un escenario global, permitiendo una difusión más amplia de su crítica social. Este cortometraje, por tanto, no solo es un logro para su director, sino también para la industria cinematográfica argentina, reflejando su capacidad para generar obras que combinan arte, humor y reflexión sobre temas de actualidad.

Un movimiento extraño se convierte así en un espejo de las preocupaciones económicas de Argentina, utilizando el cine como un vehículo para el análisis y la discusión de temáticas que afectan a la sociedad en su conjunto. El trabajo de Lezama en este cortometraje reiteran el papel del cine como herramienta fundamental para comprender y cuestionar la realidad que nos rodea.

Wenquian Zhang ganó el Oso de Plata, premio del jurado, por el cortometraje «Remains of the hot day» (Re tian wu hou), y Francisco Lezama, el Oso de Oro, al mejor cortometraje, por «Un movimiento extrano» (REUTERS/Liesa Johannssen)

Lezamá señaló la inspiración detrás de “Un movimiento extraño” como una amalgama de sus obsesiones como cineasta y su experiencia personal trabajando en el Museo MALBA entre 2011 y 2019. “Una noche pude ver una exposición de cuadros de Pablo Suárez alumbradas por linternas y pensé: ‘esto lo tengo que filmar’”, expresó el director, quien consigue intercalar la unicidad del arte con el humor para contar historias que resuenan tanto local como internacionalmente. Esta obra se perfila además como una continuación temática de sus cortos anteriores, explorando las peculiaridades argentinas respecto al ahorro en dólares y la especulación.

La elección del género de comedia para abordar un tema tan enraizado en la sociedad argentina fue meditada por Lezamá, quien considera que “la comedia fue ideal para narrar lo enrevesado, caótico y errático del asunto.” Con referencias culturales que abarcan desde los años 30 y 40, tanto en Estados Unidos como en Argentina, el director destaca como la comedia ha sido un vehículo para dialogar sobre economía y conflictos de clase de manera sutil y efectiva a lo largo de la historia del cine.

Francisco Lezamá nos recuerda la relevancia del cine como herramienta de narrativa social y como espejo de nuestras idiosincrasias (REUTERS/Nadja Wohlleben/Pool)

Además, Lezamá refleja sobre el panorama actual del cortometraje en Argentina, discutiendo las dificultades intrínsecas al formato, especialmente en términos de distribución. “El corto no es un género de estudiantes”, afirma, destacando la necesidad de superar los prejuicios y encontrar nuevas plataformas y estrategias de difusión que permitan a estas obras alcanzar a audiencias más amplias y diversificadas.

Representar a Argentina en un festival tan importante como la Berlinale significa para Lezamá no solo un honor sino también una oportunidad crucial para los cineastas argentinos de conseguir apoyo y financiamiento internacional. La visibilidad y el interés que festivales de este calibre otorgan a los cortometrajes es esencial para la continuación y evolución del cine en Argentina y en el mundo.

Fuente: Infobae