El trío santarroseño abrirá la decimoctava edición del ciclo Magnajazz que se desarrollará el 11 de noviembre en el Aula Magna. “Pensamos cada presentación como un desafío al que le buscamos dar una forma” dicen. 

El próximo sábado 11 de noviembre en el Aula Magna de la Universidad Nacional de La Pampa se desarrollará la decimoctava edición del ciclo Magnajazz, el clásico de cada primavera. 

Como cada año, el evento tendrá dos formaciones sobre el escenario. El cierre estará a cargo de Elizabeth Karayekov Big Band, una de las agrupaciones más impactantes de la actualidad a nivel nacional, mientras que la apertura correrá por cuenta del trío pampeano Les Buitr3s.

Las entradas se consiguen de manera anticipada en Fahrenheit Libros (9 de julio 56) o por sistema en Planetaentrada.com y el evento es impulsado por la Secretaría de Cultura y Extensión de la Universidad Nacional de La Pampa que, como cada edición, dispondrá de tickets gratuitos para sus estudiantes.

La formación local, que sigue en la línea de la tradición de compartir cartel con formaciones nacionales, llega con una propuesta fresca, espontánea y sobre todas las cosas, “original”. Así lo cuenta Diego Murgia, armoniquista y líder de LB. “Nuestra propuesta es totalmente original.  Musicalmente la banda juega a pasear por el Jazz europeo, ‘el jazz de madera’ y no el de ‘caños o vientos’ como el de tradicional o de New Orleans, género con el que se comparte también el swing en su columna vertebral” dice. “Es interesante ver como también adaptamos este género a nuestra manera de tocar, que tiene otras raíces, y a la forma de expresarnos que también tiene una gran carga de otro montón de cosas como el humor, la caracterización, etcétera” confiesa quien tiene de compañeros a José María Ganora (bajo) y Johhny Bigud (guitarra).

- ¿Qué pretenden mostrar en el escenario?

- Toda la frescura y la energía que se permite tener con la libertad de asumir lo que cuento. Jugarnos a la puesta en escena, al vínculo con el público, desde el humor, desde el misterio, desde los relatos, desde la música poco difundida en estos lares y en estos tiempos fusionada con la que conocemos de toda la vida.

- La propuesta es totalmente instrumental lo que suele ser una gran apuesta.

- La música instrumental a veces suele ser difícil, y desde que se planteó tocar este estilo y con este formato (donde no abundan los músicos, ni se cuenta con una gran orquesta para tener tantas alternativas sonoras) siempre supimos que la variación de los ritmos, los arreglos como sorpresa musical, y todo tipo de condimento, vendrían de la mejor manera para darle versatilidad y encanto a la propuesta. También solemos contar con músicos invitados en las presentaciones que van aportando lo que creemos que sumará desde “el laboratorio” de los ensayos. En varias oportunidades, asignamos un “set” de temas para interpretarlos con cantantes invitados para darle otro toque a la presentación en vivo.

- Son músicos criados en géneros diferentes. Con Bachi Ganora se conocen desde años, ¿qué le aporta Johnny a la formación?

- Así es. Todos venimos de otro palo como el blues, el rock, el funk, y todo lo que sea “música negra”. Johnny nos aporta después de mucho tiempo y práctica, algo vital para este género que es el ritmo de la “guitarra manouche”. Compartir el gusto y el amor por esta música desde hace tanto tiempo, nos hizo más fácil que a fuerza de estudio y empuje, podamos llevarla a cabo, nunca dejando de ser nosotros mismos con nuestra manera de tocar.

- Cada presentación es diferente. ¿Cómo es que decidieron eso?

- Siempre digo que Les Buitr3s es una banda más para ver en vivo que para escuchar en un disco. No quiere decir que suene mal, ni mucho menos, ya que de hecho volcamos mucho tiempo a la manera de perfeccionar y darle ese toque particular a los temas, sino que nos abocamos mucho a lo que genera la banda en sus presentaciones. No contamos con mucho material grabado, y siempre estamos pensando en cómo poder hacer sonar o interpretar cual o tal tema buscando imprimirle el sello propio de la banda. Por eso es que pensamos cada presentación como un desafío al que le buscamos dar una forma. Como hacen las bandas con sus discos, nosotros tratamos de hacerlo con nuestros toques. Buscar una temática, modificar y ampliar un repertorio, darle una forma, ponerle invitados y la mejor parte: buscar una historia que contar, y cómo hacerlo, con cada “leitmotiv” empleado en cada espectáculo.

- En todo este tiempo, desde que se formaron y decidieron darle vida a algo que nació como un juego, de zapadas, de escuchar a referentes del género, a esta actualidad. ¿Qué sienten que ha pasado? ¿han evolucionado y creen que es una propuesta que puede tener cabida en otros ámbitos fuera de la provincia?

- Totalmente. En lo particular he sido parte muchísimo tiempo de una gran banda local, de la que primero fui fan y luego músico, y aprendí a notar desde adentro de un proyecto como se siente ese crecimiento y esa aceptación. Hoy, con una propuesta totalmente diferente, creo que Les Buitr3s cuenta con muchísimas herramientas donde la innovación sin lugar a dudas es su talismán. Si bien siempre quisimos armar este proyecto y animarnos a ver si podíamos llevarlo a cabo, hoy con el paso de algún tiempito, y viendo la aceptación que genera en la gente, te digo que me ha sorprendido gratamente, y nos ha hecho tomar fuerzas para ir por más. La banda sorprende con lo que deja en cada show, y justamente no ser músicos expertos del género, nos ha llevado a forjar una identidad musical propia, en la que tomamos el gypsy jazz, y nos atrevemos a tocarlo con mucho respeto, pero desde nuestra propia impronta como músicos. 

- Todos estuvieron en el Magna en alguna ocasión. ¿Qué pueden decir del evento?

- Hemos estado con el trío en la recepción de un Magna, en el Hall, y la hemos pasado excelente. También tengo la suerte de haber vivido un poco el Magna más desde cerca a la parte organizativa y sé lo muchísimo que se trabaja con anticipación para que todo salga de la mejor forma. Hay un laburo extraordinario que muchas veces no se visibiliza, pero que vale destacar en todos sus aspectos. Desde la prolijidad, hasta las condiciones y las comodidades con las que cuenta cada artista y cada trabajador que hacen del evento. En lo personal, y desde el primero en el año 2005 (al que asistí como espectador) siempre supe que el Magna Jazz era algo que llegaba para quedarse. Y así fue. Hoy en día, después de tantas ediciones, puedo asegurar que el Magna Jazz es un espectáculo de elite en la ciudad y que tenemos la suerte de vivirlo año tras año. Y desde ya que pisar su escenario principal como músico, y con un proyecto propio, me llena de orgullo y satisfacción.